Un año más, esta vez en La Valeta, Malta, se celebrará la edición joven del festival eurovisivo. Ante el fenómeno eurovisivo que  pone a millones de europeos delante de  sus pantallas, cabe preguntarse, ¿por qué las televisiones no apuestan por la versión mini de Eurovisión?

El Festival de Eurovisión Júnior se celebró por primera vez en 2003, con un debut con bastantes países (16, teniendo en cuenta que la media del JESC son 14-15 países) y en el que España asomaba como uno de los países vanguardistas. Ya en ese debut España logró un potente segundo puesto con el joven Sergio, preludio del primer puesto de María Isabel en 2004. De hecho, hasta 2014, España ostentaba el récord de puntos que un ganador había cosechado en el JESC.

España fue la ganadora del Festival con más participación de la historia, ya en su segunda edición, tocó techo, con 18 países participantes en Lillehammer, Noruega. Y con segundos, terceros y cuartos puestos, TVE marcó la historia de España en el pequeño Festival hasta su retirada en 2007.

A partir del 2004, el Festival nunca alcanzó los 18 participantes, de hecho, hasta 2009 rondó los 15 (a exceptuar 2007, con 17). Fue precisamente en 2009, cuando el Festival comenzó a batir récords de menor participación, ese año hubo 13; en 2010, 14 y lo peor llegó en 2012 y 2013, con sólo 12 participantes.

Ya a partir de 2014 la participación volvió a los valores habituales de 16-17 participantes, y este año ya van 16 países fijos, con la incógnita española, aunque seguramente sea una nueva negativa.

Las razones del poco éxito del Festival son varias, para mí, el más importante es el descontrol que hay en las letras de las canciones, si bien ya no es así (razón por la que la participación podría subir de nuevo). El perfecto ejemplo es el de España 2004. La ganadora, María Isabel, ganó con una canción puramente sexista, burda y que recoge lo peor de los estereotipos.De hecho TVE se retiró en 2007 por esa razón.Gracias a la razón, eso cambió.

Otro de los motivos es el alto carácter competitivo del Festival, y tal y como anunciaron entes públicos como DR, no es sano para los niños. Lo que provoca que cada vez menos países, como los daneses, decidan participar.

Una razón más es la baja expectación que tiene el Festival en países poco agraciados con sus resultados, tales como Suecia que ya se retiró en 2015 tras un simple 13/16. Fracaso sueco poco visto en ESC. Al igual pasa con FYR Macedonia o San Marino, en su línea con ESC.

Penúltimaa razón, la economía. Pocos países del Este participan, ya les cuesta hacerlo en el concurso ‘regular’ de Eurovisión, no lo van a hacer en otro Festival muy cuestionado y con una audiencia normalilla si la comparamos con sus inicios.

La razón que llevó a países como Francia a retirarse fue la sobrecarga eurovisiva. Tal y como dijo el director de France Télévisions: mucho Eurovisión mata  Eurovisión.

Por estas y puede que más razones, hoy el Festival de Eurovisión Júnior está en un rumbo sin destino claro.