La semana pasada, los dos grandes partidos del cambio, Podemos a la izquierda y Ciudadanos por la derecha; más el Partido Socialista firmaron un acuerdo para la renovación completa de Radiotelevisión Española.

El muevo Consejo y Dirección que deriven de la siguiente reforma serán los responsables de iniciar la reforma que necesita la casposa TVE.

En los últimos años, TVE ha sido acusada de mil y una injurias como la más que conocida manipulación política, el ocultar datos económicos a los ciudadanos o acabar con todo vestigio de transparencia. Eurovisión es una de ellas.

La opaca TVE ni siquiera dijo lo que costó Eurovisión 2015, no sabemos si por vergüenza o simple chulería; algo que ya está en manos de los tribunales. Además, la sangría de la audiencia de Eurovisión nos lleva a una situación crítica: el 27,2% de 2017 nos lleva al peor dato en 10 años, y al segundo peor dato desde 1994 (26,1%).

Esto pone de manifiesto que hay un problema de carácter estructural en Televisión Española, que se puede resumir en tres puntos:

  1. Plantilla envejecida de dirigentes, sin ideas nuevas. Lo cual da lugar a programas como Operacón Triunfo, Fantastic Dúo No es un sábado cualquiera. De ellos se salvaría OT de ser un fracaso estrepitoso. Fantastic Dúo apenas llega al 10%  y No es un sábado cualquiera ni llega al 6%. Programas bajo la responsabilidad de Prieto.
  2. Dejadez, caspa, desinterés. Así se trata Eurovisión en España. Formamos parte de los 20 países más desarrollados del mundo, gastamos millones y millones de euros en emisiones deportivas al año. Pese a eso, la directora de Entretenimiento no tiene la capacidad de liderazgo necesaria como para intentar crear una Final Nacional que llame la atención, que muestre la profesionalidad que existe en nuestro país, y que se deje del cutrismo. De hecho así se nos veía desde fuera de España (artículo sobre la opinión extranjera aquí).
  3. Opacidad. Mientras que todas las TV miembros de la UER que participan en Eurovisión no vacilan a la hora de publicar datos relativos al Festival o relativos a sus Finales Nacionales/Selección Interna, a TVE hay que tratarla como a un rebelde para que nos diga algo tan normal como cuantas personas participaron en el televoto y cuantos votos recibió cada candidato. La época del oscurantismo cultural ya ha terminado, querida TVE.

Por eso ahora, con esta medida parece que se puede ver algo de luz en el túnel de TVE. El nuevo modelo que se barajaría buscaría reimplantar el modelo socialista de 2005, en el que 12 miembros del Consejo serán elegidos por el Congreso (8) y por el Senado (4), con los votos afirmativos de dos tercios de las cámaras. Con lo cual el PP tendría muy difícil que se eligiesen los miembros que los conservadores quisiesen, pues a pesar de gozar de mayoría absoluta en el Senado, no tiene los escaños suficientes para cumplir la normativa.