El problema de confundir humor con desprecio y el problema de ser inoportuno es que se generan dramas sin sentido y que acaban haciendo que la mayoría de la gente acabe por pensar que las dos partes implicadas son bastante inmaduras.

Precisamente es lo que está sucediendo con el característico ‘conflicto’ (una estupidez) entre el Youtuber Malbert y el último expulsado de Operación Triunfo.

El tono chulo y provocador que ambos usaron en sus respectivos tuits y retuits resulta ampliamente esclarecedor de lo que va el asunto. El uno machaca al otro y viceversa, como dos simples niñatos. En realidad, todos los ‘conflictos’ en las Redes Sociales son así. Por eso quiero apuntar qué cosas hay que destacar de cada uno, tomando como punto de partida de que ambas son criticables.

Humor. ¿Qué es el humor? ¿Los vídeos de Malbert son humor? Sí, y considerándome como uno de los tantos que los ve, eso sí, de vez en cuando, puedo decir con toda tranquilidad que con el tema Cepeda ha metido la pata varias veces. Humor es criticar a una persona, criticar lo que a ti te parezca un modo ‘erróneo’ de interpretar o simplemente mostar que no te gusta como canta candidato. Son premisas básicas de la libertad de expresión. Eso, con humor, es algo bueno.

El problema llega cuando pasamos a descalificar a un concursante que, gracias a los votos del público se ha mantenido 9 semanas en el programa. Cada uno puede pensar lo que quiera sobre como se ha mantenido ahí, y si es legítimo o no. Lo que no se puede hacer es cargar contra una persona que se está formando como artista y que está sufriendo un amplio desgaste emocional, ha salido y ha visto insultos contra los que le apoyan -que me consta que no son sólo lxs carpeterxs-. Y peor de todo, infinidad de descalificativos contra él mismo. Esto, sumado a una serie de vídeos en las que una persona que tiene varios miles de seguidores, te critica de manera constante evidentemente desmoraliza como poco. La actitud de Cepeda será criticada más abajo, porque tampoco fue la acertada.

Y no digo que Malbert, con toda la libertad del mundo, diga lo que le parezca. Es algo a destacar. Pero al igual que él, me amparo en lo mismo para apuntar cosas que para mí han estado desacertadas. Y si alguno de los dos llegase a leer estas líneas que reflexionase profundamente sobre su actitud en esta estupidez.

La sensación que me da, para finalizar con esta primera parte, es que Malbert ha medido poco lo que ha dicho, como lo ha dicho y que ha hecho críticas válidas pero excesivamente recurrentes. Vamos, que se ha puesto cansino, para simplificar.

Pasamos ahora a Cepeda. Cepeda ha estado desafortunado desde que salió de la academia con este tema. Una figura que se supone, será pública en poco tiempo no puede permitirse asuntos como este. Se supone que Cepeda ya es más conocido que Malbert, vamos, lo es. Partiendo de este punto, los artistas que empiezan así van a estar marcados por el drama siempre, sus contrarios lo pincharán cada vez más porque saben que salta y quedará en evidencia. No lo digo yo, lo dicen los hechos. De hecho, el mejor ejemplo es el tweet que he dejado un poco más arriba. Poco menos que lamentable.

Ojalá Cepeda se deje de poner en evidencia porque le va a traer más problemas que fama le ha dado OT. Y con los problemas viene el drama y se va la fama.